Insistimos en la cyberseguridad hasta que se tome conciencia de la seguridad de los datos.
El 60% de las empresas que sufren un ciberataque se ven obligadas a cerrar
La crisis provocada por la covid-19 ha hecho que muchos negocios tengan que digitalizarse a marchas forzadas y, en ciertos casos, sin tener en cuenta los peligros con lo que pueden encontrarse en Internet. Para completar el proceso con éxito, es fundamental la prevención e invertir en ciberseguridad.
España lleva años posicionada como el tercer país del mundo que más ciberataques sufre, solo por detrás de Estados Unidos y Reino Unido. Así lo anunciaba en 2015 el entonces ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que añadía que, un año antes, nuestro país acumuló 70.000 agresiones de este tipo. En 2016, la cifra ya ascendía hasta los 115.000 ataques a empresas y particulares, según fuentes del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE). Este ranking permanece intacto y, además, los expertos aseguran que 2020 ha marcado un récord en cuanto al número de agresiones, así como en el impacto que estas han tenido.
Las pérdidas para una pyme a causa de un ciberataque pueden estar entre los 3.000 y los 75.000 euros
La pandemia ha tenido mucho que ver con ello. Por un lado, los planes de digitalización de las empresas se han acelerado enormemente, adelantándose varios años a las rutas que se habían marcado. Y, por otro, la generalización del teletrabajo ha provocado un aumento de las brechas de seguridad. Los trabajadores han pasado de un entorno controlado, en una oficina y con ordenadores corporativos, a un escenario más complejo en el que pueden conectarse y realizar su actividad desde cualquier lugar y dispositivo. Para que esto funcione, es fundamental que los empleados puedan teletrabajar con las mismas herramientas que tenían en la oficina. En muchos casos, estas son, básicamente, un ordenador y la nube. Es aquí donde la compañía debe fortalecer sus defensas.
Muchos de los ciberataques que hoy se producen los sufren las pequeñas y medianas empresas. Ya en 2019, según datos del INCIBE, padecían el 43% de estas agresiones. Calcula, también, que el coste medio de un ataque detectado, en este caso, en 2016, ya fuese a pymes, operadores de servicios esenciales o ciudadanos, fue de 75.000 euros.
Por su parte, un estudio de Google sobre pymes y seguridad señala que, en 2019, solo el 36% disponía de protocolos básicos de seguridad y el 30% de las webs no tenían protocolo https, que indica si son seguras o no. En este contexto, casi tres millones de pymes se encuentran desprotegidas frente a los ciberataques. Según datos de Karspersky Lab & Ponemon Institute, citados en este estudio, un ataque informático le cuesta a una pyme una media de 35.000 euros, una cantidad que, en gran medida, es responsable de que el 60% de esas empresas, seis de cada 10, no puedan superarlo y tengan que cerrar.
En 2020, INCIBE gestionó 133.155 incidentes, un 24% más que en el año anterior. De nuevo, entre los más afectados están las pequeñas empresas y los autónomos. La consultora Nuvix Consulting señala que más del 75% de los ciberataques apuntan a este segmento porque no apuesta por la seguridad de sus sistemas y añade que las pérdidas sufridas pueden estar entre los 3.000 y los 75.000 euros.
Por ello no es de extrañar que, a pesar de las caídas de los ingresos, el 55% de las empresas prevé aumentar sus presupuestos para ciberseguridad en 2021, tal y como explica el informe Digital Trust Survey 2021 de PwC. Además, el 96% de las compañías participantes en el estudio afirman que ajustarán sus estrategias de ciberseguridad. Y es que, precisamente, otro de los grandes problemas que detecta es la falta de talento que tienen en este ámbito, pues se estima que este año se quedarán 3,5 millones de puestos de trabajo sin cubrir en el sector en todo el mundo.
Con todos estos datos sobre la mesa, los expertos coinciden en que la prevención es clave para que cualquier empresa pueda sobrevivir a un ciberataque. Muchas no pueden asumir los costes asociados a resolver estos problemas, ni parar sus negocios por un incidente de seguridad si quieren salir adelante. Y, dejando a un lado la pandemia, hay que tener en cuenta que cualquier empresa que crece en volumen de negocio, también crece en número de empleados y, con ello, necesita una mejor conexión para gestionar, sobre todo, más información. Todo ello las está llevando a invertir y buscar una solución para proteger su ecosistema de trabajo y toda la información que contiene. Y deben hacerlo antes de que sea tarde.
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